Restaurantes, bares, instalaciones de preparación, envasado, envío y demás comercios relacionados directamente con alimentos, son imanes activos que atraen todo tipo de plagas.
Ratones, cucarachas, hormigas, termitas y hasta algunas variedades de aves, debido en gran parte a la naturaleza del negocio que centra su actividad en procesar y distribuir alimentos.
Las instalaciones de estos negocios otorga el ambiente ideal para que las plagas prosperen, son un paraíso donde tienen comida, agua, refugio y la temperatura ideal.
Estos factores que se tornan tan atractivos para que las plagas se acerquen, tampoco pueden ser cambiados en su totalidad ya que, en muchos casos, son los comunes y apropiados dependiendo del tipo de negocio, o sea, el mismo ambiente que hace posible el negocio, atrae a plagas potenciales.
A esto podemos sumar, el prolongado ciclo de vida de las bacterias.
Las bacterias permanecen activas por mucho tiempo luego de que las plagas hayan estado circulando, algunos agentes patógenos pueden infectar una zona por meses si no se realiza la limpieza apropiada.
Siendo las condiciones apropiadas, y ya en presencia de plagas, los mayores peligros de expansión de las bacterias se encuentran en los alimentos a ser comercializados en estos establecimientos, desembocando en dos problemas encadenados, ambos muy delicados.
Primero, la cantidad de enfermedades que resultan de estas plagas, tanto para el equipo interno de la empresa como para los clientes, el equipo interno puede ser foco de enfermedades para ellos mismos y su familia al concluir su jornada de trabajo, y los clientes de igual manera, están expuestos tanto ellos como las personas relacionadas con ellos.
Segundo, la reputación de una empresa, de una marca, que puede quedar totalmente desacreditada ante todo el mercado, incluso con la mínima sospecha de posible existencia de plagas, y si llega a detectarse algún cliente afectado directamente, podemos seguir sumando a esto la dimensión legal incluso de un solo caso aislado de ETA relacionada a un establecimiento. ¿Se comprende la magnitud del problema?
¿Qué son las ETAs?
Las ENFERMEDADES TRANSMITIDAS POR ALIMENTOS, o ETAs, se refieren a las enfermedades que son el resultado de estar en contacto, o consumir directamente alimentos infectados o dañados en su integridad de fabricación, ya sea por cuidados o tratamientos inapropiados, o por la intervención de agentes externos, esta segunda opción es la más común, como en el caso de las plagas.
Aunque existe una lista que puede contemplar las ETAs más comunes, una lista que no es pequeña pero tampoco muy extensa según artículos en fuentes oficiales relacionadas, la realidad es que el número de enfermedades posibles y sus variantes sale de todo cálculo, afectando en primer momento a las personas y en segundo a empresas o fábricas enteras.
¿Qué se recomienda?
Prevención, todo comienza en la prevención de plagas
Aunque los casos son muchos, y se dan brote de plagas aún cuando se realice un control periódico, será el control preventivo el que mantendrá las cosas en orden, por eso recomendamos que sin importar cuál sea el caso, si se va a comenzar a tomar en serio el control de plagas en su empresa, comience por solicitar una verificación para detectar todos los posibles problemas.
Cuando se realiza la inspección inicial, saltan en evidencia los focos de plagas existentes, o posibles focos de plagas a futuro si no se toman las medidas apropiadas en la brevedad posible.
Es sorprendente, pero a veces llevamos mucho tiempo conviviendo con plagas, sin saberlo, y estas solo se notan cuando se vuelven casos críticos, o en el mejor de los casos, en los controles preventivos.
Parecía que todo estaba en orden, pero no era así, y la verificación reveló esto.
La formación del equipo de trabajo de la empresa
Podemos tomar todas las medidas sanitarias por parte de la organización, de los directivos, de las reglamentaciones, pero no sirve de mucho tener incluso un correcto control periódico para detectar focos de posibles plagas si no existe un acompañamiento desde cada funcionario de la empresa.
Solo por poner en contraste, si esta idea la trasladamos a los hogares, cada integrante de la familia debe estar comprometido con la limpieza y prevención para que los controles periódicos sean mayoritariamente de rutina y no una emergencia recurrente.
Nuestros profesionales no solo trabajan para prevenir posibles problemas de plagas, si no también están preparados para capacitar y ayudar a los responsables de cada sector a cumplir con regulaciones gubernamentales.
Nuestros técnicos realizan una minuciosa inspección de las instalaciones para poder identificar el tipo de plagas que los afecta y aplicar el procedimiento adecuado para librarse de ellas además de orientar para que este inconveniente no vuelva a ocurrir.
Atacar los focos de plaga comprendiendo los causantes
No podemos negar, que a veces estamos tan atentos a todos los elementos tanto del hogar como de la empresa, pero algunos detalles se nos pasa por alto, y solo nos damos cuenta que algo no estuvo bien cuando ya la cosa salió de control.
Cucarachas, hormigas, termitas, ratones o cualquier variedad de roedores circulando en nuestro entorno es el resultado de estas cosas que tal vez no se calcularon inicialmente.
El manejo adecuado de las plagas es un componente sumamente importante en la prevención y control de las mismas, cada instalación tiene sus propias reglas para asegurar que la contaminación sea mínima por ello es primordial que el programa sea desarrollado en forma integral entre la empresa fumigadora y el cliente
Ante cualquier problema de plagas póngase en contacto con nosotros, ya sea desde nuestro formulario de inspección, correo electrónico, al teléfono 021 – 613211 o al Whatsapp 0981-464 444